Sulfito en el vino: ¿Qué es y para qué sirve?
Si eres un amante del vino y te interesa saber sobre las fincas, su proceso de elaboración, y hasta los ingredientes, sabrás que dentro de los componentes de esta bebida existen diversos conservantes, antioxidantes y otras sustancias además de la uva pura.
Uno de ellos es el sulfito, que puede encontrarse en las etiquetas de cualquier botella de vino y que se genera naturalmente en el procedimiento de fermentación. En este artículo profundizaremos en qué son los sulfitos en el vino, qué aportan a la bebida y cuántos de ellos podemos hallar en cada varietal específico. ¡Comencemos!
¿Qué son los sulfitos?
Se trata de un componente químico derivado del azufre, que se suele utilizar como aditivo y conservante. Es decir, es una sustancia que los elaboradores de diversos alimentos incorporan a sus preparaciones para lograr conservar el aroma y sabor intactos por más tiempo.
Además, sirven para eliminar bacterias en los productos y actúan como antioxidantes, inhibiendo las reacciones de oscurecimiento. En el mercado encontrarás muchos alimentos con sulfitos, porque el compuesto es clave para mantener el color original y prevenir el crecimiento de bacterias. De este modo, se trata de un compuesto que prolonga la vida útil de las comidas que consumimos a diario.
Algunos alimentos con sulfitos son: cerveza, moluscos, hamburguesas, carne picada, pan, pasas, higos, jugo de limón, preparados a base de cereales, queso, albóndigas, vino, conservas, tomates disecados y diversas bebidas aromatizadas. Para saber si un producto tiene este componente, deberás aprender a leer las etiquetas de los alimentos.
¿Para qué sirve el sulfito en el vino?
Además de saber qué son los sulfitos, es fundamental conocer cuál es su función en las bebidas, especialmente en el vino. Es importante aclarar que las dosis aplicadas en las bodegas comerciales son inofensivas para la salud, aunque existen casos de personas que sufren de alergia al vino tinto. Siempre recuerda leer con atención las etiquetas para evitar los ingredientes que pueden causarte complicaciones de salud.
Repasemos algunas de las ventajas que aportan los sulfitos al vino:
Efecto antioxidante
Los sulfitos en el vino son claves a la hora de que la bebida no se oxide, ya que ofrecen un efecto protector frente a este tipo de reacciones naturales. Por este motivo, los vinos que incorporen este componente tendrán una mejor conservación.
Efecto antibacteriano
Aunque muchas personas sufren de alergia al vino tinto (o alergia a los sulfitos, mejor dicho), otro de los grandes efectos de este componente es su actividad antibacteriana, la cual se considera una de las más importantes a la hora de la elaboración de esta bebida alcohólica. De esta manera, el sulfito se presenta frente a las bacterias lácticas durante el proceso de fermentación.
Mejora el aroma y gusto
Como ya hemos mencionado, la principal función de los sulfitos es conservar por más tiempo los aromas del vino, impidiendo que se degraden a causa de la oxidación. Asimismo, otorga una mejoría del gusto en el caso de aquellas vendimias que no se encuentran en el mejor estado. Si buscas aprender a degustar vinos profesionalmente, deberás probar varietales que tengan este componente y otros que no, para notar la diferencia.
Activa la fermentación
Aunque hay muchas bebidas y alimentos con sulfitos, es una realidad que particularmente en el vino producen una mejor fermentación, siempre y cuando se los utilice en su medida justa. Pese a que generan un retraso en el inicio de este proceso, también transforman los azúcares en alcohol.
Cantidad de sulfitos agregados según el tipo de vino
Pese a que muchos vinos contienen sulfitos, no todos tienen la misma cantidad. La variación tiene que ver con la acidez: cuanto menos ácido el vino, más sulfitos necesitará.
Esto sucede porque ese tipo de bebida tiene una estructura menos estable, por lo que es fundamental poder añadir este componente para garantizar una buena conservación. Por ejemplo, los vinos con un alto contenido en azúcares, como pueden ser los semisecos, dulces o licorosos, suelen necesitar más sulfitos que otros.
Vino tinto
Los vinos tintos son los que contienen menos cantidad de sulfitos añadidos de todas las variedades que existen, ya que la piel de la uva en contacto con el mosto aporta efectos de conservación de manera natural. Pese a que puede variar según la bodega o finca, suelen contener alrededor de 50 y 75 ppm de sulfitos añadidos por litro.
Vino blanco
En el caso de los vinos blancos, hay una diferencia entre los secos y los dulces o semi secos: mientras que los primeros contienen una dosis moderada, los segundos contienen la mayor cantidad. De esta manera, los vinos blancos presentan alrededor de 100 ppm de sulfitos añadidos por litro.
Vino ecológico
La cantidad de sulfitos en el vino ecológico es mucho más estricta y baja que en los demás, y por eso se recomienda que sean consumidos durante el mismo año de fabricación y que no se mueva demasiado la botella, ya que podría convertir su gusto en algo parecido al vinagre. En este caso, el componente aparece mencionado en la etiqueta solo en los casos en que supere los 10 mg por litro.
Conclusión
En este artículo pudimos ver qué son los sulfitos en el vino y para qué sirven. Si te interesa conocer mucho más sobre la industria a nivel mundial, o aprender a diferenciar los diversos tipos de copas de vino con grandes expertos, puedes registrarte a nuestro Programa de Todo Sobre Vinos. ¡Inicia ahora y obtén tu certificado!