¿Qué es el terruño y cómo afecta al sabor del vino?
Terruño o terroir son términos muy utilizados en el mundo vitivinícola para hacer referencia a las modificaciones organolépticas que sufre el vino, cuando el fruto es expuesto a factores como clima, condiciones geográficas, componentes de la tierra, y la intervención humana (como la del viticultor y el enólogo).
El terruño en vinos puede variar en una misma cepa, solo por el hecho de encontrarse en regiones diferentes. Es decir, un vino producido en España no contará con las mismas propiedades que uno elaborado en Chile. Esto se debe a que cada terreno cuenta con minerales, nutrientes y aromas que lo hacen único, y son estos mismos componentes los que se encargan de aportar los sabores y fragancias primarios del vino.
En el siguiente artículo, nos enfocaremos en determinar qué es el terruño, cómo afecta este factor la elaboración de un vino y cuál es la mejor opción de terroir para potenciar una cepa. ¡Lee más!
¿Qué es el terruño en el mundo del vino?
El vino es la combinación perfecta entre las propiedades de la tierra, el tipo de fruto y la mano de obra humana. Por ello, no es de extrañar que cuando degustamos un vino en diferentes territorios, estos suelen tener características distintas, incluso, si los suelos pertenecen a una misma región.
El terroir en el vino hace referencia al inicio, es decir, a las características del cultivo de la vid. Para lograr un producto de calidad, es necesario contar con una buena materia prima y, en este caso, esta solo se puede obtener si el suelo trabajado está en óptimas condiciones.
El terruño o terroir se analiza a más de 15 metros de profundidad, cuando las raíces de la planta captan toda la información del suelo, así como el tratamiento que este ha llevado por años para, posteriormente, transferirla al fruto. Es por esto que cada tipo de uva logrará una variedad de vino única en el mundo.
¿Por qué el terruño afecta al sabor del vino?
Cuando se habla acerca de qué es el terruño, siempre se hace referencia a que la calidad del vino va a depender de la cepa y antigüedad del suelo. Pero, además, existen otros factores que determinan la personalidad y el carácter de cada bebida. Ellos son:
El suelo
La antigüedad del suelo es sin duda una determinante para elaborar un buen vino. De hecho, muchos consideran que las mejores cepas provienen de suelos antiguos. Pero, en este punto también interfieren condiciones como: la atención que ha recibido el terreno en ese tiempo, el sistema de drenaje utilizado, la materia orgánica de la tierra y su adaptabilidad.
El clima
El terroir en el vino también se encuentra intervenido por el clima y sus cambios. Aunque la vid es una plantación bastante generosa y de fácil adaptación, cuenta con algunas exigencias para ofrecer una variedad de uva de calidad. Climas demasiado húmedos o fríos serán limitantes para su fertilidad y equilibrio en su acidez, ambos elementos fundamentales para el terruño en vinos.
Las condiciones geográficas
Las elevaciones y demás accidentes geográficos, son factores que producen cambios en las plantaciones vinícolas. Generalmente la vid no se lleva bien con suelos irregulares que provocan un mal sistema de drenaje. Esto es algo que debemos tener presente cuando estamos aprendiendo qué es el terruño, ya que modifica de forma considerable el carácter del vino.
Las cepas
Las variedades de uva también pueden modificar el sabor, aroma y textura del vino. Incluso muchas no son útiles para su elaboración, mientras que otras, son seleccionadas para producir los elixires más exquisitos. Elegir la combinación de la cepa adecuada con el tipo de terruño es fundamental para lograr los mejores resultados.
La calificación de la mano de obra
Como mencionamos anteriormente, la mano de obra hace que una región vinícola termine ofreciendo un producto adecuado, o por el contrario, pierda sus propiedades. Un vitivinicultor debe tener conocimientos de lo que es el terruño y así, aprovechar todos los factores que lo componen.
Un buen terroir en el vino nos ofrecerá calidad en sabor, textura, color y aroma, que podremos disfrutar al degustar una copa. ¿Quieres aprender a desarrollar tu paladar? Ingresa al siguiente curso y conoce cómo es el proceso para catar diferentes tipos de vinos.
¿Cuál es el terroir óptimo para un viñedo?
Ya mencionamos cuáles son las características menos apropiadas para un terruño en vinos, ahora pasemos a mencionar qué condiciones optimizan esta siembra:
Clima seco y árido
Sin caer en los extremos, las mejores variedades de vid provienen de regiones cuyo clima es bastante seco, semiárido o árido. Poca lluvia, abundante exposición solar y temporadas de viento son factores que, entre otras cosas, colaboran para regular los niveles de acidez en las uvas.
Tierras con poca materia orgánica
Por increíble que parezca, la vid es capaz de adaptarse muy bien a suelos donde otros tipos de plantaciones no estarían cómodas. Suelos pobres en materia orgánica en los que predomina la arcilla, arena y piedra, por ejemplo.
Altitud
Los viticultores consideran este factor importante para lograr una buena cosecha de vid. Los mismos indican que a mayor altitud, son mejores las probabilidades de exposición solar en el día y ubicación estratégica para los vientos de noche.
Agua
Las variedades de vid no buscan terrenos donde se mantenga la humedad. Por el contrario, mientras más rápido su absorción, será mucho mejor. Esta característica viene sujeta con los requerimientos climáticos y su sistema de riego.
La calidad de un producto vinícola está estrechamente relacionada con el terruño donde se desarrolla su materia prima. Esta será la base para su proceso de fermentación y elaboración hasta que llegue a nuestras manos y podamos disfrutar tanto de los beneficios del vino tinto como del blanco.
Conclusión
Conocer qué es el terruño nos permite identificar cuáles son esos factores que modifican el sabor, olor, color y textura de los vinos que degustamos. La tierra es el punto principal de un buen producto, como dijimos anteriormente. La génesis de su elaboración dará un estilo particular a cada botella, con una personalidad que se diseña desde las propiedades organolépticas primarias.
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