En el tazón de la batidora coloca las claras y bate ligeramente para romper estructura.
Adiciona el crémor tártaro cuando las claras comiencen a formar espuma en la superficie y tengan un color blanquecino.
Cuando obtengas el punto de pico suave, agrega el azúcar poco a poco mientras sigues batiendo a velocidad media hasta obtener la textura deseada.
Bate el merengue a máxima velocidad por unos segundo y para estabilizar la mezcla. Tu merengue debe verse blanco, brillante y con una textura tersa.
Vierte en una manga pastelera con duya lisa chica.
Precalienta tu horno a 110 °C unos 15 minutos antes de meter los merengues.
Forra la charola con un tapete de silicón o papel encerado.
Duya los merengues en pequeñas gotas o en cilindros toda la charola.
Mete al horno a una temperatura de 110° C entre 30 y 60 minutos o hasta que tengas una textura crujiente por fuera y ligeramente suaves en el centro, recuerda que no deben tomar color, siempre deben estar de un color blanco.
Cuando estén listos retira y deja enfriar.
Reserva en un recipiente hermético hasta el momento de decorar.